El pasado mes de abril se publicó el séptimo trabajo de José Ignacio Lapido. Tengo que reconocer que he sentido una especial veneración por la banda granadina 091 y el posterior trabajo de sus componentes en sus respectivos proyectos, tras la desaparición de la mítica banda, siempre me ha sabido a poco. Pero el tiempo lo cura todo (o casi todo) y a medida que han ido pasando los años se aprende a valorar en su justa medida lo que se tiene en las manos. Esto me ha pasado con Lapido y casi sin darme cuenta cada vez que lo escuchaba me iba gustando más.
Formas de matar el tiempo es un disco realmente sobresaliente, lleno de canciones con sentido y siempre llenas de matices.
Entre todos las temas puedo destacar Cuando por fin. Una de las canciones punteras del disco y plato fuerte de los conciertos de esta gira.
CUANDO POR FIN
Rugen las dudas al anochecer
Están hambrientas de respuestas.
Saltarán sobre mí como auténticas fieras.
Pronto llegará mi otro yo,
fue a buscarme una solución
pero puede que traiga un nuevo problema.
Cuando por fin
estén bien orientadas las antenas.
Cuando por fin
se ajusten los tornillos en las tuercas.
Todo irá bien cuando por fin consiga poner...
en hora mi reloj de arena.
Vuelve mi querida confusión
No queda más remedio que gritar.
¡Hágase el caos dentro de mi cabeza!
estén bien orientadas las antenas.
Cuando por fin
se ajusten los tornillos en las tuercas.
Todo irá bien cuando por fin consiga poner...
en hora mi reloj de arena....
en hora mi reloj de arena...
Oigo mil sonidos a la vez.
La orquesta nunca acaba de afinar
y la perfección se convierte en condena.
Es tarde y hay que tomar la decisión.
Todo el mundo está a la espera,
quieren verme bailar como un pez en la arena.
Cuando por fin
estén bien orientadas las antenas.
Cuando por fin
se ajusten los tornillos en las tuercas.
Todo irá bien cuando por fin consiga poner...
en hora mi reloj de arena....
en hora mi reloj de arena...
Una de las características de las letras de José Ignacio es la desesperanza, ya lo reflejó magistralmente hace 20 años con los cero y lo sigue haciendo actualmente de la misma forma. No hay nadie mejor que él escogiendo las palabras. 40 días en el desierto es uno de los mejores ejemplos.
40 DIAS EL DESIERTO
Toneladas de amargura se amontonan
en la entrada al paraíso al ponerse al Sol
La multitud en la penumbra
En busca de un interruptor
Nadie está libre de culpa
El vendedor de sueños nos ofreció su mercancia
a mitad de precio por liquidación
Colgará el cartel de cierre.
Su mundo se desvaneció,
nada es como él creía.
Mi cuerpo pide tierra, mi alma pide cielo.
Sigo sin respuestas pero tengo sed
porque llevo 40 días en el desierto
y creo que ya es hora de volver.
El niño de mirada triste sonríe en la foto,
sostiene entre sus manos un Kalashnikov.
¿Recuerdas cuándo me dijiste que todo iba a ir mejor?
Otro sueño que se ha roto.
Mi cuerpo pide tierra, mi alma pide cielo.
Sigo sin respuestas pero tengo sed
porque llevo 40 días en el desierto
y creo que ya es hora de volver.
Mi cuerpo pide tierra, mi alma pide cielo.
Sigo sin respuestas pero tengo sed
porque llevo 40 días en el desierto
y creo que ya es hora de volver.
Ya es hora de volver...
Ya es hora de volver...
Estamos ante un trabajo imperecedero que degustaremos de la misma forma ahora que dentro de otros 20 años. Es eterno. Es José Ignacio Lapido.
Sabía de tu gran afición por los 091 y los (casi) descubrí gracias a ti. Pero no tenía ni idea de que Lapido hubiera sacado disco. Me gusta su voz y esas letras. Un optimista, como yo. Habrá que escucharlo detenidamente y disfrutar de ese lirismo.
ResponderEliminarGracias por mantenernos al día.
Todas las letras de Lapido (y de los 091) tienen ese aire de optimismo, je je. Son muy buenas y merecen escucharse más.
ResponderEliminarOK, muy de acuerdo contigo, te enlazo un concierto reciente en TVE
ResponderEliminarhttp://sinaliento2.blogspot.com.es/2013/06/lapido-en-concierto-en-la-publica.html
Gracias por el enlace, Antonio. También son muy acertados tus comentarios.
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